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¿Te has preguntado porque un producto o servicio similar al tuyo es preferido en el mercado? ¿Consideras que tienes un producto o servicio muy bueno, pero no logras captar la atención del mercado? ¿Llevas mucho tiempo en el mercado, pero no logras la fidelidad de tus clientes? ¿Quieres emprender, pero no tienes la certeza de la aceptación de tu producto o servicio en el mercado? ¿Quieres generar una nueva línea de negocio, pero no sabes por dónde empezar? ¿Quieres mejorar tus procesos en busca de elevar la satisfacción de tus clientes?

Si respondiste SÍ a al menos a una de las preguntas anteriores, es porque la clave para resolver esas interrogantes es aprender y apostar por Generar Valor, ¿Qué significa esto? Generar valor a través de la innovación es generar valor hacia el cliente/usuario final buscando diseñar una experiencia que sea la característica de diferenciación en el mercado y por ende, se traduzca en una ventaja competitiva para tu empresa.

Ahora bien cuando escuchamos la palabra “Innovación” comúnmente se nos viene a la mente la creación de algo nuevo, un nuevo descubrimiento o una mejora sorprendente. La realidad es que la innovación no significa hacer algo desde cero sino que se refiere a la generación de valor en algún área, producto, enfoque, proceso, línea de negocio o cualquier rubro.

Entonces, ¿cómo podemos innovar? La innovación se genera cuando partimos de la empatía y entendimiento del usuario/cliente para generar una experiencia alrededor de la oferta de valor que ofrecemos. Por tal razón, no hace falta crear algo nunca antes visto sino identificar las insights (señales) de nuestro mercado para  satisfacer las necesidades latentes de nuestro usuario/cliente, estas se revelan a través de comportamientos sociales y aspiracionales. Claramente el valor debe ser percibido por el usuario/cliente debido a que si este no lo identifica todos los esfuerzos serán en vano.

Te pondré un ejemplo sencillo, imaginemos a una empresa que se dedica a fabricar y comercializar básculas para pesos pesados. Esta empresa lleva muchos años en el mercado, haciendo lo mismo y haciéndolo bien, “las básculas más precisas”. Sin embargo en los últimos años se han percatado que su mercado es limitado y no han crecido de manera exponencial, por lo que deciden iniciar un proceso para innovar su línea de negocio. Si esta empresa hubiera tomado el camino erróneo de la innovación hubiera optado por diseñar una báscula tal vez más liviana, para pesos más ligeros, con un mecanismo de autocalibración, con materiales más versátiles, entre otras características físicas de su producto. Sin embargo, esta empresa entendió que la innovación es la generación de valor a partir del entendimiento de las necesidades escondidas de su usuario/cliente, ya sea actual o potencial.  A partir de este contexto, comienza un análisis profundo de aquello que el cliente/usuario no sabe ni conoce que necesita, es decir, comienza a estudiar los comportamientos rutinarios, de hábitos y costumbres. Con base en este análisis identifica una necesidad latente en el mercado “El pesaje de las maletas para los vuelos que permita asegurar no pagar equipaje extra”… Y podrás pensar que relación tienen los pasajeros de las aerolíneas con una empresa que se dedica a fabricar básculas para pesos pesados, pues si lo viéramos de forma superficial te podría decir que nada, pero si analizamos a profundidad te puedo asegurar que significa que encontraron una nuevo mercado donde poder presentar una oferta de valor que permitiera satisfacer una necesidad que ni el propio cliente/usuario había identificado como tal. Esto propició generar una solución innovadora a través de la fabricación de básculas portátiles para maletas que le permitían a los clientes/usuarios realizar el peso de sus maletas para asegurarse estar entre los parámetros permitidos de la aerolínea y no tener que pagar equipaje extra y además era súmamente fácil de utilizar, sólo bastaba colocar un gancho en alguna agarradera y suspender la maleta unos segundos para calcular el peso. 

Así como el ejemplo anterior, existen un sinfín de casos de éxito en referencia a la innovación entendida desde la perspectiva de generar valor y cuando las empresas, emprendedores o cualquier persona que apuesta por realizar una solución innovadora mediante este enfoque, te puedo asegurar que brinda una certeza de la aceptación en el mercado de tu producto, servicio, proceso o línea de negocio, debido a que podrás descubrir las señales sutiles en el entorno y esas necesidades no articuladas que permiten el entendimiento de los comportamientos motivadores del mercado.

Cabe señalar que no sólo basta con identificar esos motivadores del mercado sino que es necesario diseñar una experiencia, contar una historia alrededor de tu producto y/o servicio que represente un deleite en cada punto de contacto de tu cliente/usuario. Esto marcará la diferencia, por lo que te recomiendo que te des la oportunidad de descubrir nuevos horizontes y no intentar competir donde ya lo hacen todos porque esto sólo te hará ser uno más del montón y créeme que eso no es lo que buscan los clientes. Si quieres resaltar, innova generando valor, por más pequeño que sea el cambio si lográs atender una necesidad latente habrás acertado.

No olvides que el proceso de innovación es un proceso creativo por lo que es necesario que tengas diferentes perspectivas en el proceso de ideación, pero sobre todo no busques la aprobación de tu idea con los que tienes a tu alrededor porque seguramente te orientarán a creer que es la idea más asombrosa que han visto, pero la verdad de la aceptación está allá afuera y el que debe evaluar si realmente es una idea que satisface una necesidad es tu mercado potencial real, por cual atrévete a “Testear” tu idea durante el proceso de ideación y no hasta al final, realiza prototipos, mide y afirma tu propuesta de valor para asegurarte que ese valor sea percibido.

¡Atrévete a ser ese agente de cambio en el mundo empresarial! Recuerda que la creatividad no está alejada de la estrategia, por el contrario cuando estas dos trabajan en conjunto se generan soluciones impresionantes y sobre todo se descubren nuevas ofertas de valor en el mercado. Hacer las cosas bien ya lo hacen muchos, pero hacerlas de forma extraordinaria solo muy pocos se atreven.