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¿Alguna vez has sentido que tu negocio depende demasiado de ti? Cada detalle, cada tarea, pasa por tus manos… Si es así, estás en el lugar correcto. Aquí, no hablamos de azar ni casualidad, sino de construir cimientos firmes porque un negocio sólido no es suerte; es estructura, estrategia y evolución.

Hoy vamos a hablar de un tema que puede sonar sencillo, pero que es una de las claves más difíciles y necesarias para cualquier emprendedor o empresario que quiera crecer: el arte de delegar. Delegar no es simplemente decirle a alguien qué tiene que hacer. Es un arte que involucra procesos claros, estándares definidos, sistemas sólidos de trabajo, confianza y, en algunos casos, dejar el ego de lado para poder ser más productivos y concentrarnos en lo que verdaderamente importa: la estrategia para hacer crecer el negocio.

¿Por Qué No Delegas?

Empecemos por ser honestos: ¿por qué realmente no delegas? Muchas veces pensamos que «es más rápido hacerlo uno mismo», que «nadie puede hacerlo mejor» o que «no hay tiempo para enseñarle a alguien más». Sin embargo, las razones profundas van más allá.

Primero, no tienes procesos bien definidos y estandarizados. Esto hace imposible enseñar a alguien más cómo hacer una tarea específica sin propagar caos. Sin estructura clara, delegar se convierte en pasar el desorden a otra persona, y eso genera parálisis en la operación. Delegar sin roles ni procesos bien definidos solo transfiere el caos y crea más problemas.

Otro motivo es la falta de confianza y el miedo a perder el control. Muchos pensamos que si no estamos involucrados en cada detalle, algo se desmoronará. Pero para crecer, necesitas un equipo que comparta tu visión y sepa cómo ejecutarla.

¿Quieres ir rápido? Ve solo. ¿Quieres ir lejos? Ve acompañado. Delegar no solo te libera, sino que también empodera a otros para que crezcan contigo.

Por último, está el ego. A menudo, los emprendedores sienten que si ellos no están al frente de todo, pierden relevancia. Esta mentalidad te impide delegar y crecer, y además bloquea el crecimiento de tu equipo. Formar un equipo sólido implica rodearte de personas con habilidades que tal vez no posees y permitirles hacer las cosas incluso mejor que tú. Lo cierto es que cuánto más delegas y estructuras correctamente, más valor generas porque te estás liberando para pensar en el futuro y en las estrategias de alto impacto para hacerlo crecer.

El Proceso de Delegar con Éxito.

Delegar con éxito no es cuestión de suerte; requiere de un proceso claro y bien estructurado. A continuación, te explico cómo hacerlo:

  1. Define claramente la tarea y el objetivo: Antes de delegar, identifica el propósito de la tarea y los resultados que esperas de los procesos de tu empresa que requieres delegar. Detalla los objetivos específicos del campo de acción a delegar, el alcance de la responsabilidad y los resultados deseados. Asegúrate de que la persona que asume la tarea tenga claridad sobre qué se espera y el impacto de su cumplimiento.
  2. Establece estándares y documenta los procesos: Define los estándares de calidad y los pasos específicos para realizar cada proceso en tu empresa, que permita entender a la perfección la forma óptima de ejecutar cada tarea. Crea documentación de referencia, no tiene porqué ser sólo un procedimiento estructurado sino cualquier tipo de información documentada que agregue valor para replicar la forma de ejecutar el trabajo, como pueden ser infografías, tutoriales, políticas, instructivos de trabajo o cualquier soporte documental, lo importante es que la información documentada explique al detalle cómo deben ejecutarse las funciones del rol involucrado en el proceso, que plasme los estándares de calidad para ejecutar las actividades, que determine las facultades de autoridad e incluya cualquier detalle relevante, herramientas, metodologías o políticas que deban seguirse. La documentación proporciona una base sólida para replicar el trabajo y asegurar la calidad, permitiendo que tu equipo tenga claro qué se espera y pueda referirse a estos estándares en caso de dudas o futuras delegaciones. Así que, documenta cada proceso para que cualquier persona pueda replicarlo sin tener que depender de ti ni de otras personas. Esto no solo facilita la delegación, sino que crea consistencia y eficiencia.
  3. Define los roles claramente: Luego de asegurarte de que las funciones y expectativas estén claras para que tu equipo sepa qué tiene que hacer, cómo debe hacerlo y cuáles son los tiempos de entrega. Es fundamental establecer roles y responsabilidades precisas dentro del equipo. Cada miembro debe comprender su papel y cómo este encaja en la estructura, estrategia y objetivos de la empresa. Al asignar tareas, asegúrate de que cada persona sepa no sólo qué debe hacer, sino también cómo su rol se relaciona con el trabajo de otros, evitando así duplicidades y lagunas en la operación. Recuerda que la falta de claridad es una receta para el desastre.
  4. Asegúrate de que tu equipo cuente con las competencias necesarias: Para garantizar que la delegación sea efectiva, es crucial que las personas contratadas cumplan con el perfil y las competencias específicas que los procesos y la estructura de tu empresa requieren. Este enfoque en la reclutamiento, selección, contratación y formación asegura que el personal pueda cumplir con los estándares establecidos y adaptarse a las necesidades de la empresa desde el inicio, lo cual hace que delegar sea un proceso mucho más sencillo porque tienes al personal óptimo para el desempeño de los procesos. Recuerda que no puedes delegar cualquier tarea a cualquier persona, debes asegurarte de que la tarea a delegar corresponde al rol de la persona de acuerdo a tu estructura, de igual manera es importante que identifiques también las fortalezas de cada miembro de tu equipo para potenciar sus competencias en el proceso de delegar.
  5. Establece recursos, límites y autoridad: Asegúrate de que tu equipo tenga las herramientas que requieren, la información necesaria o el apoyo de otros miembros del equipo para poder completar las tareas y sus funciones sin problemas. Establece límites claros de hasta dónde llega la autoridad de cada puesto de trabajo para tomar decisiones en relación con las tareas o procesos delegados. Esto empodera al personal y evita la microgestión por tu parte, es decir, una excesiva atención a la observación, a los detalles y al control de tu equipo de trabajo.
  6. Realiza seguimiento y ofrece retroalimentación: Establece puntos de control y reuniones de seguimiento para evaluar el progreso de las tareas o procesos delegados y solucionar de forma oportuna los problemas que puedan surgir en el camino. Proporciona retroalimentación constructiva a tu equipo para asegurar que la tarea o proceso delegado avance en la dirección correcta y que el personal tenga información objetiva de referencia pueda mejorar o corregir el curso si es necesario. No se trata de microgestionar, sino de crear puntos de control para verificar que todo marche como esperas y cómo debe ser según los estándares de calidad de tus procesos, es decir, tienes que confiar en tu equipo, pero sin olvidar la importancia de medir y verificar para poder controlar.
  7. Evalúa los resultados y reconoce el logro: Al finalizar el periodo de transición de la tarea o proceso delegado, realiza una evaluación completa e integral del resultado final. Asegúrate de reconocer y recompensar el esfuerzo, especialmente si tu personal cumplió o superó las expectativas. Esta fase es clave para fomentar la motivación y el compromiso del equipo, facilitando futuras delegaciones.

Ahora que comprendes las razones detrás de por qué es difícil delegar, los errores más comunes y cuál es el proceso a seguir, estoy segura que te será de gran ayuda dotarte de las estrategias idóneas para poder comenzar a delegar y hacer crecer tu negocio, por eso te recomiendo ver mi video Estrategias Avanzadas para Delegar de Forma Efectiva.

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